La curadora Rosario Güiraldes escribió el siguiente ensayo sobre la prática de Barrios, publicado en el catálogo de la exposición colectiva curada por ella, Drawing in the Continuous Present, en The Drawing Center (NY). La exposición estuvo abierta al público del 10 de marzo al 22 de mayo de 2022.
La obra de Barrios se inscribe a la inversa con la historia del arte y la política. Considera a las orquídeas como «protagonistas secundarios» en los diversos procesos políticos y económicos de la colonización. Por ejemplo, las plantas exóticas que se encuentran en los jardines botánicos han sido sometidas al mismo tipo de saqueo y extractivismo que los objetos prehispánicos de los museos enciclopédicos. Las series más recientes de dibujos de orquídeas, amapolas y peonías, utilizan flores como inspiración para personajes de sus propias visiones y fantasías. En sus visiones de los infiernos ardientes, flores bellamente representadas como demonios y deidades ocupan un lugar que nunca antes se les había asignado. «Las orquídeas son increíblemente extrañas, sexuales, sutiles, complicadas, monstruosas, sofisticadas», explica Barrios, «un verdadero milagro evolutivo», enfatizando su fascinación por estas flores cuya familia comprende aproximadamente 25,000 especies y que han despertado gran pasión y deseo a lo largo de la historia.
-Rosario Güiraldes
Curator Rosario Güiraldes wrote the following essay about Barrios' work, which was published in the group show's catalogue titled Drawing in the Continuous Present (curated by Rosario), at The Drawing Center (NY). The show was open to the public from March 10th to May 22nd, 2022.
Barrios’s work is conversely inscribed with the history of art and politics. He views orchids as “secondary protagonists” in the various political and economic processes of colonization. For example, the exotic plants one finds at botanical gardens have been subjected to the same kind of looting and extractivism as the pre-Hispanic objects in encyclopedic museums. Barrios’s most recent series of drawings of orchids, as well as of poppies and peonies, utilize flowers as the inspiration for characters from his own visions and fantasies. In his visions of fiery hells, beautifully rendered flowers depicted as demons and deities occupy a place that has never before been assigned to them. “Orchids are incredibly strange, sexual, subtle, complicated, monstrous, sophisticated,” explains Barrios, “a true evolutionary miracle,” emphasizing his fascination with these flowers whose family includes approximately 25,000 species and that have sparked great passion and desire throughout history.
-Rosario Güiraldes