¿Cómo se escribe muerte al sur?
Museo Anahuacalli, Ciudad de México, México
En esta exposición a dúo, Carolina Fusilier y Paloma Contreras Lomas aprovechan las cualidades fantasmagóricas del Museo Anahuacalli. Este espacio, pensado por Diego Rivera como un templo para el arte, albergaría su colección de piezas prehispánicas y sería el sitio donde esperaba ser enterrado al morir. A través de instalaciones de video, sonido, escultura y pintura, Carolina y Paloma transformaron el museo en escenario de un thriller ficticio. Ambas artistas mezclan sus visiones personales sobre la muerte con los símbolos incrustados en este enigmático museo-monumento-mausoleo.
Carolina y Paloma crecieron en Argentina y México, respectivamente, durante el neoliberalismo de los 90. Sus obras responden a las utopías inconclusas y a las promesas rotas de la modernidad del siglo XX -siendo el Anahuacalli un testimonio claro. Las dos fueron consumidoras de cine y literatura de ciencia ficción latinoamericana post-80 - fuertemente influenciada por Estados Unidos. En consecuencia, la obra de Fusilier y Contreras construye mitologías propias y un elenco de espectros que adquieren una dimensión social, estética pop y sensibilidad retrofuturista. Mientras que el Anahuacalli evoca un conjunto específico de fantasmas, los museos en general funcionan como mausoleos. Sin embargo, los museos también pueden operar como máquinas de resurrección al contextualizar objetos en cada nueva exposición.
A través de la constelación de su más reciente obra -videos, murales y maquetas cerámicas y peluche-, Paloma Contreras Lomas explora una pregunta presente en gran parte de su trabajo: ¿qué pasaría si el paisaje pudiera contar su propia historia? Con fuerte inspiración en la ciencia ficción latinoamericana y en películas de terror B, Paloma utiliza hechos reales para construir un universo barroco lleno de espectros, criaturas fantásticas y sacrificios que reflejan lo que ella identifica como el mito de la modernidad. Su obra traduce sus propias preocupaciones políticas y sociales sobre la cultura contemporánea.
Juntas, Paloma y Carolina buscan establecer puentes místicos que articulen sus nociones de inmortalidad con un futuris momesoamericano. Todo ello se presenta cruzado e interrumpido por la actualidad occidental.
Curada por Karla Niño de Rivera Torres, esta muestra es una colaboración entre el Museo Anahuacalli y TONO
¿Cómo se escribe muerte al sur?
Museo Anahuacalli, Mexico City, Mexico
A duo exhibition by Carolina Fusilier and Paloma Contreras Lomas responds to the phantasmagoric imagination of the Museo Anahuacalli, which Diego Rivera created as a temple for art to house his collection of prehispanic objects and where he hoped to be buried when he died. Through video and sound installation, sculpture, and painting, the artists transform the museum into the site of a fictional thriller mixing personal views on death with the symbols embedded in this enigmatic museum/mausoleum.
Children of 1990s Latin American neoliberalism, Carolina and Paloma, who grew up in Argentina and Mexico, respectively, respond to monuments of failed modernity–the Anaucalli as an example itself. Consuming post-1980s Latin American science fiction in literature and film, which has an overwhelming United States influence, their work takes on a social dimension, pop aesthetic, and retrofuturist sensibility. While the Anahuacalli invokes a specific set of ghosts, museums more broadly function as mausoleums. However, museums can also operate as machines for resurrection in contextualising objects through new exhibitions.
Through a constellation of new works, including videos, murals, and ceramic maquettes, Contreras Lomas continues exploring a question present in much of her work: What would happen if the landscape could tell its own story? Drawing strong inspiration from Latin American science fiction and B-horror films, she constructs a universe of ghosts, fantastical creatures, and sacrifices to reimagine what she identifies as the myth of modernity, while embedding her own reflections of contemporary society and political views into her work.
Together, both artists seek to establish mystical bridges that articulate their notions of immortality and a Mesoamerican futurism crossed and interrupted by Western modernity.
Curated by Karla Niño de Rivera Torres, this exhibition is a collaboration between the Museo Anahuacalli and TONO