La cita que funciona como epígrafe a este libro lee “De un testigo de la historia actual, a los futuros actores de la de mañana”. ¿Qué significa el mañana para un pequeño puñado de lectores? Probablemente poco. Pero las balas que se llevaron la vida de Lucio Cabañas son menos letales que la devoción dogmática a los ideales revolucionarios de sus seguidores.
La acumulación de bienes denigra lo humano y confunde el cerebro, por ello matamos y morimos. Las casas se convierten en bodegas, los estantes acumulan polvo y ese polvo respiramos. Quizás algún día se conviertan en museos, quizás no. Pero es de este polvo, denigrante y exclusionario es donde salieron personajes como Lucio Cabañas, cuya voz ya solamente accedemos a través de literatura sesgada y, a veces, obsoleta. Pero el crimen oficializado es aún un pesar que perdura en la sociedad mexicana en general y en específico en contra de quienes menos tienen cómo defenderse.
¿Qué nos enseñan objetos como este? Que líderes sociales subieron a las montañas de Guerrero para desde ellas cambiar el futuro, pero regresaron de las mismas sin vida. Que sus voces resuenan en los llanos secos y malgastados. Y esto nos hace reflexionar sobre la actualidad de la guerra de guerrillas, hablando sobre lo arcaico.
Un grito nos recuerda a la guerra fría. El hecho supercede, sobrepasa, supera al mito. Bien se lee un signo de interrogación después de la palabra <<muerte>> en este título. La muerte es simbólica, las obras cotidianas son las que en realidad las que sobreviven.
Y con palabras mejor acomodadas que las mías Lucio Cabañas expuso en una carta escrita desde la cárcel sus ideas, que perduran en lo documental, resuenan desde lo doloroso y atemporal: “Desde épocas inmemoriales nuestro Estado principalmente y nuestro país en general, vienen sufriendo una serie de injusticias abandono total en todos los aspectos de la vida, cacicazgos feudalistas y leyes arbitrarias que han orillado al pueblo a un combate político permanente por lograr una patria mejor para las generaciones venideras”.