Esta es la historia de una materia reprobada.

Ana Paula faltó a su primer día de clases de segundo de secundaria porque estaba en Acapulco. Siempre que salían de vacaciones, sus padres decidían esperar un día más y regresar el lunes por la tarde, para evitar el tráfico en la caseta de entrada a la ciudad. Qué más da, el primer día no es tan importante, decía su papá. Qué más da, van a ir a la escuela todos los demás días, decía su mamá. A Ana Paula nunca le gustó llegar tarde al ciclo escolar porque tenía que copiar los apuntes y sus compañeros tenían la letra fea y le costaba trabajo entenderles.

El segundo día de clases pidió la tarea y copió en letra cursiva: “terminar libro el reto para fin de año.” Nunca supo para qué materia, ni quien era el autor. Y le dio vergüenza preguntar porque mientras sus compañeros ya estaban tomando clase, ella todavía estaba en la alberca del hotel.

En su casa, encontró el libro que necesitaba y empezó a leerlo. Su padre, priísta de toda la vida, tenía una biblioteca extensa, pero tendenciosa y en opinión de algunos, cuestionable. Ahí encontró el libro, “El reto” escrito por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari. Le tomó todo el año escolar terminar de leer las 147 páginas del libro. No entendió ni la mitad.

El último día de clases, insegura de su análisis, pero satisfecha de haber completado la tarea, entregó su resumen del libro. Tres páginas escritas a mano en su cuaderno de historia de México. Su maestra, riéndose nerviosamente más por la audacia de la niña de entregar un elogio a la corrupción que por la confusión bibliográfica, le entregó una copia del libro que asignó durante la primera clase de matemáticas: “El reto del sudoku.”